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En este artículo nos planteamos el objetivo de hacer reflexiones metodológicas sobre nuestras experiencias como investigadoras en el campo de la seguridad. Explicitamos algunos nudos problemáticos en torno al oficio de investigar cualitativamente en contacto directo con la policía, en parte para abrir debates y discusiones dentro del campo de las ciencias sociales, pero también a modo de reflexividad para nuestras indagaciones en curso. Adelantamos que el espíritu del artículo intenta dirimir algunos aspectos sobre el “acceso” al trabajo de campo dentro de la institución policial, que tensiona la relación entre la presunta opacidad y la predisposición de sus agentes para encontrarse con nosotras y responder nuestras preguntas. Para ello, abordamos algunos momentos de nuestra pesquisa que nos permiten identificar y reflexionar en torno de nuestras estrategias para construir confianza y algunos equívocos que dan lugar a expresiones de sospecha sobre nuestra persona y nuestras intenciones.
En 2019 se realizó el juicio oral a ocho jefes policiales por recibir coimas. Propongo analizar dicho juicio desde las observaciones, entrevistas y noticias aparecidas en la época del allanamiento que originó la causa y el juicio oral A partir de los relatos de los expolicías y testigos, y del proceso, propongo, en primer lugar, reconstruir acusaciones de traición que ponen de relieve mecanismos informales de protección y castigo institucionales. En segundo lugar, analizar el ejercicio de la intimidación de testigos y la desconfianza ante mi presencia. Esto nos permite señalar, primero, que si bien el ejercicio del poder policial se centra sobre población y actividades estigmatizadas y/o ilegalizadas, también se produce sobre colegas, testigos e investigadores; y segundo, que no es potestad exclusiva de los/as policías en actividad, sino también de funcionarios exonerados e incluso sus familias y abogados.
En este artículo pongo en consideración dilemas y decisiones metodológicas que fui asumiendo a lo largo de procesos de investigación y militancia en cárceles de la provincia de Santa Fe (Argentina) durante 10 años. Propongo analizar el ámbito carcelario en tanto espacio de construcción de un problema de investigación y de desarrollo de la práctica etnográfica, transversalizado en dos aspectos: por un lado, las decisiones respecto de la construcción de vínculos allí donde se evidencian marcadas disputas de poder entre sectores; por otro lado, los dilemas morales susceptibles de emerger en la investigación –y en particular en las mujeres investigadoras– en un ámbito eminentemente violento y desigual. Esta reflexividad contribuye a ponderar la importancia de tomar decisiones teóricas orientadas a generar lecturas amplias pero situadas del problema de estudio y a construir múltiples vínculos con personas que ocupan distintas posturas y posiciones en el campo etnográfico.
La apuesta por investigar las formas de violencia que afectan a grupos históricamente marginados implica enfrentarse a múltiples decisiones sobre el marco conceptual, la metodología, el enfoque epistemológico, entre otros. En estos proyectos, dichas decisiones deben considerar tanto el lugar de enunciación de quien investiga como los efectos directos o indirectos que estas cuestiones pueden tener sobre los sujetos afectados. El presente artículo reúne algunas reflexiones epistemológicas y metodológicas surgidas a partir de una investigación sobre las formas específicas de violencia que afectan a las mujeres trans privadas de su libertad en unidades penales de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Desde una perspectiva reflexiva, crítica y propositiva, presentamos algunas conclusiones que pueden extraerse de este proceso, buscando aportar a otras investigaciones del área para comprender (algunas de las) dimensiones potencialmente dañinas de las prácticas de investigación en ciencias sociales y jurídicas, y ensayar algunos caminos posibles para no reproducirlas.
En este artículo se abordan y analizan resultados de tres investigaciones socioantropológicas que tienen por característica común el hecho de recuperar actores que no son los más usuales ni consagrados dentro de los estudios de seguridad: nos referimos a los vecinos activistas de la seguridad, los familiares de detenidos y los jóvenes activistas contra la violencia institucional. Estos comparten una relativa invisibilidad: por un lado, en el campo académico; por el otro, dentro de las esferas en que se mueven, ya que no poseen acreditación institucional, y se encuentran en proceso de producción social de su nombre. A lo largo del artículo se analizan las implicancias teóricas y metodológicas que conlleva indagar sobre actores en construcción. Se indaga, también, acerca de los desafíos que involucra realizar trabajo de campo con aquellos que desarrollan un tipo particular de activismo con el que, entre otras cuestiones, procuran alcanzar visibilidad y relevancia en sus esferas de acción